lunes, 8 de marzo de 2010

Dream Fiction II


"Quizás he tomado a la ligera mi condición y realmente sí soy un detective, una especie nueva de investigador. Alguien que busca para encontrar algo, y ese algo, en mis circunstancias, sos vos.
Hoy me toca correr. Correr como si me estuviera escapando de un ser extraño, y digo “un ser extraño” porque tengo la certeza de que no es una persona la que está tras mis pasos. La noche se siente muy cerrada.
Me empieza a dar miedo el sinsentido que me rodea, por eso tomo la ruta que me va a llevar hasta algún lugar seguro. Llego al fin. Me observo desde otro punto y veo que estoy por subir unas escaleras. Corro hasta el primer descanso y, a pesar de que hice menos de diez escalones, siento el cuerpo entumecido, ¡algo se acerca! ¡Viene a toda velocidad!, ¡Más rápido que un tren!, ¡Me va a chocar! ¡Se va a estampar contra mí!
Sé que está por amanecer. Junto al descanso una ventana que antes no estaba, bosteza mostrándome que algo, allá, en el supuesto cielo, se abre iluminando la oscuridad que confundo con la noche. No es el sol lo que me encandila, sino tus ojos (claros) de mirada nueva. No sueño más. Desaparece todo.
Alcance a sacarles una foto con mi memoria. Tengo buena memoria, la uso como cofre para guardar más piezas. Tus ojos."

3 comentarios:

  1. en el post anterior, la boca. ahora, los ojos. ya vamos armando el rompecabezas de esa chirusita.

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  2. Ja!Chirusita. Eso sonó a melodrama argentino. Y si le ponemos a esta historia "La chirusita de tu sueños"?... Jeje

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  3. sigue muy lindo todo, pero me quede sin ver los ojos.
    Laura

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